Cada vez queda menos

Buenos días mis niñas!!
Ayer me pesé y estoy en 59 kg!! Pero tienen trampa, he cambiado la baldosa en la que ponía la báscula. Porque la de siempre creo que está un poco torcida, que de 5 veces que me peso seguidas cambia el resultado hasta 2 kg. Así que he decidido que me peso en una baldosa nueva, y punto.
Casi me da un ataque cuando llegué al trabajo. Le había pedido a una compañera que me cambiara el turno el viernes (esto el lunes ya) y me dijo que no podía, que tenía que llevar a su abuela al médico. Así que me pasé media tarde en los huequitos llamando a mis otras dos compañeras de la mañana. Una no hubo forma de que cogiera el teléfono, pero la otra me dijo que sin problemas. Es que son las pruebas físicas de mi novio. Y le dije la verdad, está roto por todas partes y me necesita por si rompe algo más, para relajarle las piernas entre prueba y prueba... Literalmente me necesita. No es un "me gustaría que estuvieras conmigo para apoyarme", no. Es un "no paro de lesionarme estos días y voy a necesitar que me ayudes para cuando me rompa del todo". Lo del apoyo psicológico le da un poco igual.
Estos días no tengo tiempo ni para cagar (perdón por la expresión). Nos levantamos, le acompaño a x (el examen, las pistas...), llegamos a casa, preparo comida y al trabajo. No he limpiado nada, lo único la cocina para poder cocinar. Pero bueno, el sábado ya tendré tiempo para todo eso. Por ahora lo importante es ayudarle lo máximo posible.

El trabajo me tiene contracturada por todas partes. Tengo toda la espalda echa un desastre, pero también influye mi estado de tensión. Que hasta me lo dicen mis compañeras, T es muy muy nerviosa y no puede parar quieta, pues ayer me dijo que le estaba estresando de lo hiperactiva que iba de un lado para otro. Intenté relajarme, pero no puedo evitarlo. Me pone nerviosa ver a gente esperando a ser tratado y no poder ponerle siquiera una máquina o lámpara para que esté entretenido. O que si vienen dos personas juntas, que se tengan que esperar tampoco me gusta. Pero hay veces que no se puede evitar, así que me tengo que tomar la vida de un modo más Zen y relajado.
El lunes comí empanada de carne y me sentó fatal. Como tenía el estómago mal no tomé nada a media tarde. A las 8:45 me empezó a entrar unos sudores fríos, temblera y mareos a lo bestia. Una hipoglucemia en toda regla, vamos. No paré de sentirme mal hasta las 9:40. Menos mal que tengo unas compañeras que son la hostia y me trataron a mis pacientes, porque si no me da algo. Que conste que comí cuando me empezó a dar unas galletitas y un bombón, glucosa rápida, vamos. Pero nada, no me sirvió de nada. Como no coma antes de que me dé, o justo al empezar, estoy perdida. Tampoco sé si fue la empanada, los nervios, el estómago revuelto o que. En fin. Ayer hizo un amago otra vez, pero me comí unas galletas de las que tengo cuando me entró el hambre (antes del mareo y el resto), y bien. No puedo ahorrar calorías al mediodía ni a media tarde con el curro que tengo. Tendré que reducir las cenas, pero llego con tanta hambre... Bueno, ya encontraré el modo ;).

Por cierto, que no os lo he dicho: Mi chico aprobó el examen teórico y está de puesto 18, con otros tres con la misma nota, pero genial!!!!!! Sí se cargan a dos, y pasa todas las pruebas, ya está!

Os voy a dejar ya, que tengo que desayunar y después aprovecharé para hacer alguna cosilla antes de ir a las pistas.
Muchos besos guapas y muchas gracias por el apoyo y los comentarios